De la universidad a la empresa propia, pasando por la reforma del reglamento de extranjeria
La captación del talento es una tarea en la que cientos de instituciones ponen todo su empeño, entre otras cosas, por la importancia de vincular su nombre a ideas innovadoras, nuevos desarrollos de negocio o colaborar en el establecimiento de un ecosistema emprendedor.
El pasado invierno, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a través de la Fundación EOI (Escuela de Organización Industrial) puso en marcha el Programa de Atracción de Emprendimiento Femenino. El objetivo es evidente, porque su propio nombre lo indica. Se trata de un programa que forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Que su presupuesto ascienda a diez millones de euros para los próximos tres años da una idea del compromiso de los promotores, que contarán con dinero de los fondos europeos Next Generation-EU.
Este verano las acciones ya han vivido un serio avance, gracias al programa de Atracción de Emprendimiento The Break: women entrepreneurship & internationalisation in Spain y a que se han elegido doce comunidades de emprendimiento para trabajar retos locales e impulsar la inversión en nuestro país.
Este proyecto va en la misma línea de otra medida adoptada por el Gobierno recientemente: la reforma del Reglamento de Extranjería para facilitar la incorporación de extranjeros al mercado laboral, un cambio normativo que permitirá tanto mejorar la contratación en origen como facilitar la regularización por arraigo de quienes ya están en el país o permitir trabajar a los estudiantes extranjeros, que podrán así compatibilizar sus estudios con un contrato laboral y mantenerlo el tiempo que duren sus estudios, algo importante para los alrededor de 50.000 migrantes que cursan actualmente estudios en España. Según datos de la Seguridad Social de junio de 2022, un total de 2,3 millones de trabajadores en activo han nacido fuera de España.
Y es que los estudiantes son el caldo de cultivo perfecto para el emprendimiento y de hecho, el 13% de ellos manifiesta su intención de iniciar una carrera en este campo al finalizar sus estudios, porcentaje que sube al 23% si ampliamos el plazo a cinco años después de finalizados los estudios, según el informe 2020-2021 de Guesss España sobre “El espíritu emprendedor de los estudiantes universitarios”. El interés de los estudiantes por emprender se refleja en que una cuarta parte de los estudiantes ha asistido de manera voluntaria a algún curso relacionado con emprendimiento.
Y regresamos al punto en el que empezamos porque si hemos hablado de ayudas al emprendimiento femenino es porque el estudio constata que también aquí, en el emprendimiento que tiene su origen en la universidad existe la brecha de género. El 28,5% de los universitarios que quieren emprender en cinco años son hombres y el 20%, mujeres. Entre aquellos que ya han dado pasos en este sentido ellos representan a uno de cada cuatro emprendedores mientras que ellas representan al 15%. Además, la cuota de emprendedores activos masculinos se sitúa en el 8,6% y el femenino roza el 5%.